El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó su interés en adquirir Groenlandia, la isla más grande del mundo, situada estratégicamente entre los océanos Atlántico y Ártico.
Además, durante su próximo mandato, prometió avanzar en esta iniciativa, considerando incluso medidas de presión militar.
Groenlandia, actualmente un territorio autónomo bajo soberanía danesa, ha sido objeto de interés geopolítico durante siglos.
Desde su colonización en el siglo X por nórdicos hasta su consolidación como territorio danés en el siglo XIX, la isla ha mantenido una importancia estratégica.
En 2008, Dinamarca transfirió la mayoría de las competencias a Groenlandia, excepto en política exterior y defensa, áreas clave para la seguridad internacional.
Con una población de apenas 55.000 habitantes, Groenlandia tiene representación en el Parlamento danés y un derecho reconocido desde 2009 para declarar su independencia mediante referéndum.
La idea de adquirir Groenlandia no es nueva para Estados Unidos s. En 1867, durante la presidencia de Andrew Johnson, se planteó esta posibilidad tras la compra de Alaska.
Más tarde, en 1946, la administración de Harry S. Truman ofreció 100 millones de dólares en oro por la isla, aunque la propuesta no prosperó.
Hoy, Trump apela a razones de seguridad nacional, argumentando la creciente actividad militar rusa y china en el Ártico y en el Canal de Panamá.
Además, el deshielo del Ártico y el descubrimiento de valiosos recursos naturales como petróleo, gas y minerales raros han renovado el interés por Groenlandia, no solo para Estados Unidos, sino también para otras potencias mundiales.
Aunque Trump no ha revelado cuánto estaría dispuesto a pagar por Groenlandia, su insistencia ha despertado tensiones diplomáticas con Dinamarca.
En cuanto al Canal de Panamá, su control estratégico en el comercio mundial lo convierte en un punto clave para las políticas expansionistas que Trump ha insinuado.
Asimismo, señaló su intención de tomar el control del Canal de Panamá, sugiriendo el uso de la fuerza si fuera necesario.